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martes, 2 de diciembre de 2014

Las Mascaras Heredadas



Las Mascaras Heredadas

Camino pensando en la dislocada sociedad
Una generación alejada de nuestra humanidad
Amantes complaciente de la mortandad
Catrina extasiada ante cada macabro ritual.

¡Mascaras!, todos llevamos su esquelético rostro
Somos engendros sin conciencia y sin ojos
Hambrientos por tener la razón a cualquier costo
Nuestra tolerancia mutilada y sin torso.

Ángeles apocalípticos, ¡eso somos!
Éste, nuestro averno entre escombros
Tropeles de cuerpos rotos
Buscan respuestas de verdugos sordos.

Ante esta lúgubre quimera me derrumbo
¡Todo está perdido!, somos demonios sin rumbo
Laceramos al prójimo por todo el mundo
Otros, pecamos en la crueldad del observador mudo.

Cabizbajo me recuesto en una banca del parque
El sol se muestra sublimemente radiante
Una niña me mira y sus ojos otorgan un mensaje
No posee la máscara heredada por los padres

La bondad se siembra en el corazón
Y se riega con el ejemplo
Debemos cambiar todo a nuestro alrededor
Perdonar las palabras del ejecutor
Darle la espalda al manipulador rencor
Acariciar la esperanza del olvido
Esquivar las balas del sinsentido
Ignorar las heridas y curar a nuestros hijos
Que las ideologías viajen en vientos perdidos

¡Oremos porque jamás seremos vencidos!

lunes, 1 de diciembre de 2014

Recuerdo Tus Doce Uvas De La Noche Vieja



Recuerdo tus doce uvas de la noche vieja (Oda a las uvas del tiempo)

Poema participante en la antología poética "Mil y Un Poemas Para Andrés Eloy Blanco)"

Mientras se va cerrando un viejo año
Que se muere largamente, tan despacio
El tiempo latente y desgastado
Que deja heridos los segundos olvidados.

Recuerdo tus doce uvas de la noche vieja
Donde en la lejanía de esta noble tierra
Ibas invocando a la madre en su ausencia
Y el dolor de no poder tenerla.

Recuerdo tus doce uvas de la noche vieja
Cuando describías con detalles en tu poema
La casa, el pozo y hasta tu biblioteca
Era el obsesivo recuerdo rondando en la cabeza.

Recuerdo tus doce uvas de la noche vieja
Donde la gloria de tu ansiada partida,
Se convirtió en honda pena
Y el regreso en trémulo deseo de un alma que sueña.

Recuerdo tus doces uvas de la noche vieja
Entre abrazos y bendiciones de quienes lo celebran
Como si tus líneas me describiera
La larga partida que me espera.

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