Al finalizar un año más, puedo
reflexionar en mi soledad sobre todo lo vivido en el fallecido 2012; tantos
recuerdos que trepan por las paredes y me hacen sonreír, tantas tristezas que
me silencian, una antología de sentimientos con sus vaivenes, muchos sueños
realizados, otros que se adelantaron para encontrarme en este 2013, aun así cae
la tarde de este primer día del año, y mis manos no te pueden alcanzar, la
distancia vuelve a ser nuestra mayor barrera, mis dedos aun extrañar dibujar la
dulce silueta de tu fascinante cuerpo, aun el claroscuro es el fondo mas romántico
para recordarte. Entonces comprendo que pronto debo ir hasta donde tu estas,
hasta el centro de Suramérica, porque tú eres el tiempo que gobierna mi vida,
porque mis días se miden con un primer beso tuyo al despertar y uno más
profundo antes de dormir, porque estamos llenos de despedidas y reencuentros, y
aunque este gobierno ineficiente nos haya provocado un nuevo distanciamiento,
no podría impedir mis ansias de dormir una vez más entre tus brazos, no podría impedir
que mi ser enamorado sucumba ante ti. Cae la tarde de este primer día del año,
y mi meta es muy clara, hacer de tu piel mi mejor lugar para morar, y manteniéndome
fielmente a mis votos matrimoniales, estar a tu lado aunque se nos encime la
adversidad, amarte sin condición ni razonamientos, entregarme en ti
vehementemente, volar a donde tu estas y permanecer en ti hasta que caiga la
ultima tarde de mi vida.
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