Cuando llego a mi ya olía a dulce despedida; la observe
desde el otro lado de la sala, me sonrió y solo pude insistir en acercarme a
ella.
De la mano huimos de aquel lugar, y con un beso nocturno me entrego
su embriagadora poesía; entonces la abrace en la antiquísima calle; resbalando
mi respiración por su cuello, mientras que sus labios se cerraron mordiendo el
aire ahogado.
De su cintura me aferre para no soltarla y cuando me vio
enamorado, dijo:
- ¡lo siento, no
puedo! –
Y con seguro y firme paso se alejo dibujando la noche
oscura.
Precioso, y el final, desgarrador.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Escribes genial.
Felicidades.
Un gran abrazo.
Buenos días Lucia, muchas gracias por tu comentario y tus alentadoras palabras.
EliminarAcabo de leer tu micro "Estoy pensando en ti", me gusto mucho la empatía transmitida, lo acogedor que resulta emocionalmente, es un gran escrito, te deseo mucho éxitos, bendiciones. Un abrazo
Gracias Jean. Me alegra que te gusten.
EliminarTú escribes genial.
Mucha suerte.
Un gran abrazo.
¡Qué duro Jean C Quiros! Poético y romántico con inesperado final. Me gustó mucho. Un saludo
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