Comienzo escribiendo estas líneas
en medio de esta madrugada, divago un poco mientras trato de entender ¿qué es
la humanidad?, ¿cuál es el verdadero amor humano?. Así lentamente voy
analizando los hechos históricos, como la primera y la segunda guerra mundial,
el trato a los judíos, y como uno se excusaba, eran otra épocas, la humanidad
cometió errores; pero luego pienso en Yugoslavia y las respuestas son casi las
mismas, también pasó con la discriminación racial en los Estados Unidos, Suráfrica,
Franco en España, los Españoles al colonizarnos. En fin épocas donde la
humanidad se comportaba de una manera ruin y cobarde, donde parecía ser que la
maldad se paseaba por las calles mientras los vecinos callaban.
Algo que cabe destacar del
genocidio de la segunda guerra mundial es que, si la mayoría de los países se
hubiesen enfrentado a tiempo a los Alemanes, no hubiesen fallecido tantos seres
humanos.
Los Alemanes enviaron barcos
cargados de judíos, que buscaban refugio en los países de la América; los
capitanes de esos barcos tenían órdenes de que, si no encontraban asilo en país
alguno, debían regresar a Europa, luego eran trasladados a campos de concentraciones,
donde luego con los años millones fallecieron. Fue precisamente la indiferencia
de muchos países lo que condeno a la muerte a muchos padres, hijos, familias
enteras, que en la actualidad solo son números tristes de una historia que no
quiere ser recordada, y a pesar que algunas de esas lúgubres historias se
perdieron al no poder ser documentadas, también otras lograron perpetuarse como
un mensaje a las generaciones futuras, un mensaje claro y contundente que
revela ese lado oscuro y satánico de la humanidad, un ejemplo claro de una de
ellas es “El diario de Ana Frank”.
Para esos años de Holanda partieron dos barcos hacia el Caribe, salieron con la esperanza de encontrar refugio en los Estados Unidos, pero se les negó el desembarco, luego paso lo mismo en Dominicana, y hasta Guyana; tenían que hacer un último intento y decidieron probar suerte en Venezuela, el presidente de ese entonces enfrentándose a las amenaza Nazi, decidió dar cobijo a los dos barcos que se hallaban de regreso hacia Europa, y hacia su fatal destino, en un último y dramático mensaje telegrafiado se acepto el desembarco; los barcos regresaron hacia Venezuela. Los Venezolanos se acercaron a la costa, prendieron las luces de sus autos para que el barco pudiera ver la costa, el muelle y así desembarcar. Al bajar del barco lo primero que recibieron fue un abrazo, les dieron comida y cobijo. Habían llegado a su casa, a Venezuela, desde ese momento fueron Venezolanos. Esta historia se recuerda como “los barcos de la esperanza” y Venezuela libró de la muerte a cientos de judíos ya condenados en Europa, mientras muchos países no se atrevieron a dar ese paso firme y retar a la Alemania Nazi.
Venezuela derramo sangre en toda Latinoamérica para ver naciones hermanas libre del yugo Español, soldados desconocidos que pelearon para que otros pudieran ser libres.
Libertad una palabra
sobrevalorada en estos tiempos, quizás tan común que dejo de tener significado,
tan poco necesaria porque hay intereses con mayores prioridades.
Venezuela siempre en su vida de república, siempre aporto a la democracia y a la libertad de las naciones hermanas del mundo, jamás le tembló la voz para apoyar a un pueblo oprimido por alguna dictadura, como es el caso de Panamá (y Panamá ha sabido retribuirle la ayuda a Venezuela, fieles amigos de la patria de Bolívar).
Hoy vi como una madre que perdió
a su hija y no ha encontrado justicia, hoy vi a esta madre tratar de decirle al
mundo su historia, y vi como la censuraban. En Venezuela donde los medios de
comunicación tienen prohibido realizar noticias incomodas al gobierno, donde
tienen prohibido reportar las marchas pacificas de los estudiantes; esa madre
no tuvo voz para declararle a todo el mundo lo que le paso a su hija, tuvo que
ir hasta la OEA, y ahí también la censuraron. Muy cruda pudiera ser su
historia, pero son verdades que la humanidad debe conocer, porque Geraldine, así
se llamaba la joven; murió tocando una cacerola en forma de protesta, se acerco
la Guardia Nacional, ella tropezó y cayó al suelo, un funcionario que aun está
en libertad, disparo su escopeta de perdigones a pocos centímetros del rostro
de Geraldine, ella no murió en el acto, agonizo y sufrió antes de fallecer;
pero el caso de Geraldine es uno entre muchos más Y esta señora era la voz de
todas las madres que ha perdido un hijo por la represión del estado, ella
representaba a los que han sido torturados, a los que han sido violados, y los que fallecieron. pero no
quisieron escucharla, porque el gobierno de Brasil le pareció que relatar al
mundo, cómo murió su hija era un circo. La presidenta de Brasil uso en su
campaña electoral (quizás solo para dar lastima) a la dictadura en su país,
como fue torturada y violada. Ahora le vende bombas lacrimógenas para que la
dictadura de Venezuela oprima a los estudiantes, califica de circo el
testimonio de una madre que aun tiene latente el dolor de la muerte de una
hija; dios tenga perdón de su alma presidenta Dilma, porque Dios todo lo ve y
ante su justicia divina nada ni nadie se escapa, ojala el pueblo de Venezuela
en un futuro no tenga que calificar de circo el destino que la providencia le
tenga deparado. La dictadura de su país no la volvió mejor persona, la
convirtió en un ser sin alma, errante por haberla vendido por dinero y mejor
comercio de los productos de su país, que a cambio de apoyo político mi nación
le compra.
¿Que aprendimos de los errores pasados? ¿Que hemos aprendido la humanidad en todo este tiempo?, creamos mecanismos para garantizar los derechos humanos, para garantizar la democracia en las naciones, pero de que sirven si las mayorías de las naciones miran a otro lado, creen que con decir no ocurre nada en Venezuela fuera a revivir los fallecidos. Presidentes sin conciencia y con precio arrodillados, mientras que el verdugo en Miraflores masacra jóvenes a placer.
Hoy hay padres y madres que no
tendrán a sus hijos en casa, no podrán abrazarlos por más que quieran, no les
darán nietos y no podrán besarlos y darles su bendición. Hoy hay luto en una
nación que siempre le aposto a la libertad de otras naciones, hoy lloramos los caídos
mientras que muchos indiferentes avalan las mismas torturas que en épocas de
antaño circularon por sus naciones, y descalifican el dolor de millones
tildándolo de circo.
No escribo todo esto esperando que este escrito llegue a la conciencia de algún ciudadano del mundo, eso es pedir mucho, porque la humanidad está condenada a repetir sus mismos errores una y otra vez, por carecer del real sentido de humanidad.
Escribo esto como un registro
histórico de que en Venezuela, el mundo tuvo la oportunidad de escuchar pero prefirió
complacer, pudo hablar pero prefirió dólar y petróleo.
Escribo esto porque los
Venezolanos, eternamente libres, hemos tocado todas las puertas
constitucionales para tener el mismo derecho de existir, y en este momento donde
se persiguen alcaldes electos democráticamente, solo por no tener la misma
corriente política, cuando se los destituyen y separan de su cargo abruptamente
doblegando la voz del pueblo, en estos momentos en que mueren Venezolanos, en
que son torturados y desaparecidos jóvenes soñadores que buscan un futuro
mejor, en estos momentos, nosotros nos apegamos a nuestro derecho de desconocer
a este gobierno dictatorial y respaldados en el artículo 350 de nuestra
constitución, desconocemos legítimamente a quien ilegítimamente se nombro
presidente de la república, lo desconocemos por falta de pruebas sobre su
nacionalidad, lo desconocemos por falta de legitimidad en las elecciones
pasada, lo desconocemos por la violación de los derechos humanos y crímenes de
lesa humanidad aplicados a los Venezolanos. Todo esto está respaldado por nuestra
constitución, por nuestra ley.
Escribo esto al mundo entero para que vean, (y como lo hemos venido haciendo), vean hijos libres luchando pacíficamente contra militares armados, vean la convicción de un pueblo que quiere ser libre, y que no dudara en morir antes que vivir de rodilla, y como estoy seguro que sucederá, vean como un pueblo pacífico recobra su libertad.
Que la historia futura nos juzgue por nuestras acciones, por nuestra lucha por la república y que juzguen a los indiferentes que vieron correr sangre Venezolana mientras se silenciaban por amor al dinero.
Venezuela Vive...